El trabajo de Emilio González Sainz (Torrelavega, 1961) se puede dividir en dos grandes géneros, por un lado escenas de interiores y paisajes, las primeras obras son los más misteriosos que crean un ambiente de quietud y desasosiego premeditado. En cuanto a los paisajes, invitan al espectador a contemplarlos de manera calmada y serena, analizando las formas imposibles y las alegorías.